miércoles, 17 de abril de 2013

Una historia tras la sonrisa de Marqise Lee (WR USC)


Los que conocen a Marqise Lee tienen dos imágenes suyas, Lee recibiendo un balón y Lee sonriendo. Su sonrisa es su don, pero también es su espada.

"¿Usted conoce al tipo de la película de 'Platoon', que sigue sonriendo mientas le disparan?", dijo Armando Flores, uno de los antiguos padres adoptivos de Lee,"ese es Marqise".

Su sonrisa se ha convertido en un símbolo de este estudiante de segundo año de USC. Fue votado como el mejor WR del 2012 y ya es uno de los favoritos para el Heisman Trophy de la próxima temporada. Sin embargo, para aquellos que lo conocen mejor, la sonrisa no se debe a la gran fama ganada con los Trojans, sino a una manera de “auto-defensa”.

"Sonríe mucho, nunca se sabe cuándo está mal", dijo su hermana menor Stacy Lee, "supongo que no quiere mostrar a nadie su dolor."

Podemos ver la sonrisa. Lo que no vemos son los siete tatuajes en lo alto de sus brazos y en sus hombros, ocultos por la camisa, la tinta de su pena. Hay un tatuaje de su madre sorda que recibió la orden de renunciar a la custodia cuando era un niño, debido a que su padre no participaba activamente en su vida. Hay un tatuaje de una lápida, para el hermano que fue asesinado por una banda rival, que le disparó cinco veces en la espalda. Hay un tatuaje de unas manos rezando para, entre otras cosas, el hermano que está cumpliendo condena en una cárcel de Mississippi por intento de asesinato.

"La gente dice que las cosas pasan por algo, pues bien, yo no estoy de acuerdo con eso", dijo Lee en una ocasión, "no me importan los motivos, algunas cosas no deben suceder nunca".

Lo que tampoco hemos podido ver es a Lee cayendo de rodillas en una Endzone antes de cada partido y hace la señal de la cruz siete veces, una vez para cada miembro de su familia. No vemos a Lee durmiendo en el sofá de su casa en Inglewood o dormir en el suelo junto a la cama de Robert Woods. Lee duerme casi en cualquier lugar menos en su propia cama de su habitación. Después de ser lanzado entre hogares de acogida y hostales baratos mientras crecía en el sur de Los Angeles, Marqise Lee se encuentra mejor cuando está rodeado de familiares y amigos.

"Tiene una cama, pero él no la utiliza", dijo Steve Hester, cuya familia adoptó informalmente a Lee durante su época de instituto. "Después de todo lo que ha pasado, le gusta pasar su tiempo rodeado de las personas que lo aman."

No lo vimos en el vestuario de visitantes después de perder 39-36 este otoño en Arizona. Lee acababa de terminar uno de los mejores juegos para un WR en la historia de la NCAA, con un record en la Pac-12 de 345 yardas (en 16 recepciones) y dos Touchdowns. Pero no pudo coger una Hail Mary para Touchdown en la última jugada del partido. A pesar de que el balón cayó fuera de la Endzone, lo consideraba un fracaso personal. Cayó al suelo y lloró. Siguió llorando mientras caminaba fuera del campo. Se tambaleó en el vestuario y golpeó un espejo, cortándose el brazo. Desapareció en un cuarto trasero donde siguió llorando en voz alta mientras el entrenador Lane Kiffin estaba tratando de dar su discurso posterior al partido.

El entrenador terminó de hablar, se dirigió de nuevo a Lee, y le dijo que no estaba obligado a reunirse con los medios de comunicación. "Estoy OK entrenador, yo me encargo", dijo Lee. Así de sencillo, Lee caminó confiadamente hacia fuera de los vestuarios, ocupó su lugar frente a un muro de hormigón del estadio y se dirigió a una avalancha de periodistas con frases como: "No me importan las estadísticas... El enfoque principal es ganar el partido".

Kiffin recordó esas palabras de tal manera que las escribió sobre una superficie blanca en el vestuario del equipo. 

Cuando el entrenador le pregunto por su sonrisa esta fue la respuesta de Lee: "cuando era pequeño, solía soñar con vivir en algún lugar. Ahora tengo una casa en un campo de Football con más de 100 hermanos... Si eso no te hace sonreír, nada lo hará”.

En 2011, Marqise Lee hizo 73 recepciones para 1.143 yardas y 11 TD, con 5 carreras para 33 yardas. En el 2012, Lee alcanzó las 1.721 yardas en 118 recepciones y 14 TD, con 13 carreras para 106 yardas.

Aquí os dejo dos vídeos suyos:

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