Las historias que contamos queremos que estén llenas de momentos clave para nuestros equipos de College Football. Y es eso mismo lo que os traemos hoy. Esta semana se celebra el Miami vs Florida. Un partido con historia que enfrenta a dos equipos archienemigos estatales desde 1938. Para celebrarlo os traemos una de esas historias que cuentan la vida del college football.
Las temporadas precedentes a 2003 habían sido muy felices para los Miami Hurricanes. Una racha de 32-0 en temporada regular, habían llevado al equipo a ganar el título nacional en 2001 y a ser finalista de la temporada 2002 (siendo derrotados por Ohio State). Sin embargo, una duda existía en aquel invencible equipo de 2003.
El puesto de QB había quedado vacante ante la marcha de Ken Dorsey que había sido dos veces finalista del Trofeo Heisman a mejor jugador del College. A pesar de las dudas del entrenador Coker, en las prácticas de primavera el puesto fue para Brock Berlin frente a la competencia de Derrick Crudup.
Brock Berlin nació un 4 de Julio con todo lo que eso significa para los americanos. Es hijo de un pastor de la iglesia Primera Asamblea de Dios. Había sido estimado como el mejor QB de la clase de reclutas de 2000. Las grandes universidades de la nación se interesaron por él. Decidió comprometerse con el HC Steve Spurrier y los Gators que en 1998 habían ganado el título nacional. Sin embargo, el puesto de QB titular de Florida fue a parar a manos de Rex Grossman. Berlin esperaba su ocasión para sustituir a Rex.
A principios de 2002, Spurrier aceptó el cargo de HC de los Washington Redskins y su sustituto, Ron Zook, le indicó que no era ni siquiera su segunda opción. Berlin pidió el traslado ese verano. Su destino, la Universidad de Miami.
Debido a la regla de traspaso tuvo que pasar el año 2002 suspendido, aunque no perdió año de elegibilidad ya que no había sido redshirt en Florida. En el año siguiente llegaría su turno.
La temporada comenzó de forma plácida para los Hurricanes, que vencieron 48-09 a Louisiana Tech, extendieron su racha a 33 victorias consecutivas en temporada regular y afrontaron el partido contra Florida como el #3 de la nación.
Mientras tanto, Florida se desangraba. Todos los éxitos de Spurrier con florida parecía que se había esfumado y 2002 había sido una penosa temporada con apenas un 8-5 de balance. Iniciaban la temporada como #21 de la nación. Su primer partido les insufló una nueva confianza: 65-3 frente a San Jose State.
Quizás para el partido Miami y su QB Berlin fuesen los favoritos pero Florida quería ganar ese partido, romper la racha triunfal de los Hurricanas y declarar a la nación que los Gators volvían a estar en el top
El partido comenzó de manera fulgurante. El kick inicial lanzado por Florida fue retornado a TD por un "tal" Devin Hester. 7-0. Solo habían trascurrido 13 segundos de partido. No se podía empezar mejor por parte de los Hurricanes. En los Gators, el RB Ran Carthon se echó el equipo a la espalda he hizo mover las cadenas. Su primer drive consiguió anotar, aunque solo un field goal. Otro retorno magnífico, esta vez de Sean Taylor llevó a los chicos de Miami a la 37 rival. Llegaba el momento de ver en acción al QB de Miami, Brock Berlin. Su primer drive no estuvo a la altura 2-4 para 15 yardas, pero consiguieron anotar de field goal. Sin embargo, la noche no presagiaba nada bueno para Berlin. En la siguiente jugada, QB Ingle Martin consiguió encontrar a Carlos Perez y anotar para igualar el partido a 10
En su segundo drive del partido, Berlin sufrió un fuerte sack. Ante la presión de la defensa cedió los snaps a potente RB, un "tal" Frank Gore. Sin embargo, no fue suficiente. Cuarta y fuera. Apenas contaba con unas estadísticas de 3-5 16ydas y 3ydas de carrera. Y la cosa no mejoró cuando en el siguiente drive la defensa Gator provocó un fumble de Berlin retornado para TD. Los Gator se ponían por delante 16-10 (fallarían una jugada de engaño para ir a por los 2 puntos). Un run-run comenzó a correr por las gradas del estadio Orange Bowl de Miami.
Sin tiempo para tranquilizarse de su error, el HC decidió que Frank Gore iniciaría el ataque en el siguiente drive. Rompería a la defensa y correría por 30ydas. Tres jugadas más tarde, Gore perdería de nuevo un fumble que sería recuperado por los Gators. Las cosas empeoraban, pero la defensa de Miami mantuvo al equipo en el partido y devolvieron el balón a su ofensiva sin consecuencias en el marcador. Sin embargo, no Berlin, ni Gore consiguieron hacer mover las cadenas por los siguientes dos drives. En la última jugada de la primera mitad, Florida anotaría nuevamente gracias a su kicker, Matt Leach, poniendose 9 arriba.
En el descanso, los chicos de los Hurricanes debían pensar que estaban naufragando pero que el partido todavía estaba allí para ser ganado. No estaba perdido debieron pensar. Se animaron y saltaron al campo solo para ver como el retorno del kickoff se convertía en un nuevo TD para Florida.
El jarro de agua fría debió ser mayor cuando volvieron a comprobar que la ofensiva no funcionaba en absoluto. Tras un pase incompleto y alguna carrera medianamente exitosa por parte de Gore, Berlin era interceptado. Por suerte, nuevamente la defensa salvó la situación y devolvió la pelota a Berlin sin consecuencias. Pero Berlin ya debía estar con los nervios a flor de piel. En el siguiente drive soltó una nueva intercepción. Esta vez si sería aprovechada por los Gator que se pondrían 33-10. Todo estaba saliendo jodidamente mal diría posteriormente Berlin.
Cuando Berlin ocupó su puesto tras el center, los abucheos eran ya atronadores. Aquello debió de ser duro para un jugador que apenas había contado con partidos antes de ser titular contra la misma universidad a la que había llegado al college football. Para los americanos, el "momentum" es ese espacio de tiempo en un partido de cualquier deporte en que, si consigues aprovechar tus oportunidades, puedes noquear a tu rival. De alguna forma, Berlin transformó aquella atmósfera negativa y unos compañeros decepcionados en su "momentum".
Con 6:05 restando del 3er cuarto, Berlin se enfrentaba a una 1ª y 20, en su propia yarda 14. Su primer pase incompleto. Los pitos arreciaban en el estadio. Se situó tras el center y lanzó a su izquierda. 12 yardas. Siguiente jugada 18 yardas. First down, el primero de la noche para Berlin. El ánimo del estadio empezó a cambiar al ritmo que la ofensiva Hurricane se acercaba a la endzone. Cinco jugadas más tarde por fin conectarían un pase de TD con WR Kevin Beard. Y fueron a por 2 y Berlin encontraría el pase y anotarían. 33-18. ¡No estaba perdido!.
Tras un turno ofensivo de Florida infructuoso, Berlin se encontró nuevamente tras el center. Pero el ambiente había cambiado. Algo había en el aire. Pase profundo, la defensa Gator totalmente desprevenida. 63 yardas nuevamente para Kevin Beard, que se quedaría en la yarda 1 del rival. Frank Gore anoraría para poner el 33-25. ¡Ya estaban ahí!
Fin del tercer cuarto. Ante la incapacidad de Ingle de hacer mover las cadenas, Florida alinió al QB Chris Leak. Pero fué alcanzado por una dominante defensa de Miami. Berlin salta al campo. ¡Completo!. ¡Completo!. ¡Completo!. ¡Completo!. ¡Berlin estaba en racha!. Pase a Frank Gore... ¡TD!. El Orange Stadium ahora era un hervidero. Jaleaban a Gore y Berlin por igual. 33-32. Quedaba el último escalón.
Con 5:43 restando en el marcador, los Miami Hurricanes volverían a tener la oportunidad de llegar a la zona de anotación. Berlin estaba en la yarda 5 propia, debía salir de allí. Corría peligro de safety. El balón a Gore. Imposible. Solo una yarda. El tiempo corre. Berlin cogió el balón y lo envió otra vez profundo, Kevin Beard para 25 yardas. En la siguiente, balón a la izquierda. 26 yardas. Tres jugadas más adelante, 3ª y 1. Gore corre y pierde 1 yarda. Es el momento. Hay que jugársela. 4ª y 2. Berlin decide que lo hará él. Elige el lado derecho, buen bloqueo, evita un defensa y avanza 6 yardas. El Orange Bowl Stadium se venía abajo. Se coreaba el nombre de Brock Berlin. Cuatro jugadas más tarde frank Gore anotaría el TD de la victoria. Aún habría tiempo para un último ataque Gator, pero la defensa, una vez más la defensa, interceptaría al QB rival y sellando la victoria.
Ha sido como montar en la montaña rusa. Diría Berlin en el postpartido. No he podido contener la emoción. Y tanto que no lo hizo. Los jugadores y el equipo técnico de los Florida Gator lo acusarían de hacer gestos hacia la banda contraria repitiendo la frase "¡¡¡yo os he matado!!! ¡¡¡he sido yo!!!".
Imagen del jugador Brock Berlin haciendo gestos que simulan un degollamiento.Berlin volvería a tener partidos más que discutibles toda la tempora. Siendo sentado y recuperando el puesto de titular nuevamente. Acabaría la temporada ganando la Orange Bowl frente a Florida State, pero las derrotas contra Virginia Teach y Tennessee, les apartarían de la final nacional. Más tarde, se convertiría en profesional de la mano de los Rams.
Berlin ha sido invitado al partido de esta semana entre Miami vs Florida como capitán honorífico de los Hurricanes. La universidad desea recuperar el espíritu que motivó aquella remontada histórica. La mayor en la historia de la Universidad de Miami.
Yo no me perderé el partido... ¿lo harás tú?
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